Busco y encuentro otro libro perdido
y página a página me murmura
la sensatez de abrazar la locura;
el placer de no darse por vencido.
¿Conrad fue un soñador empedernido?
Bendito sea el mar y su bravura,
el saber, el amor y su ternura.
Cien años después, tocado y hundido,
aún lo oigo, agonizando de vida
con la melancolía de un artista,
aullar, con la voluntad abatida
y el sueño roto de un equilibrista,
-anhelando la enésima partida
a otros horizontes- : ¡Tierra a la vista!
- Autor: Versos Entre Dos Orillas ( Offline)
- Publicado: 5 de diciembre de 2014 a las 07:12
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 654
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, Miguel Vargas, Nuria Madrigal
Comentarios2
Muy hermoso tu poema amigo
Un placer pasar y leer tus letras...
Saludos de tu amigo Críspulo...
Preciosura de Soneto!
Abracitos 😉
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