El objetivo, madre, el objetivo

Oscar Perez

El objetivo, madre, el objetivo

 

Si el objetivo es seguir solo,

si el objetivo es seguir solo, madre mía,

yo sigo solo, que tú sigues siempre mía,

aunque a veces con tanta compañía,

aunque a veces tan solo, que diría

que bien valdría

que alguno se quedara más de un día,

ay, madre mía,

qué le vamos a hacer a la utopía,

esa que ardía

cuando tú me mostrabas un gladiolo

y conmigo soñabas que crecía,

ay, poesía,

quién no querría,

pero raudo se fue el carro de Apolo

y tú, madre, dejaste, de polo a polo,

abierto en soledad el sol que había,

no te quejaste,

pero si te pregunto, te tendría,

te habrías quedado,

me habrías siempre dado tu alegría,

siempre a mi lado,

como sé que has seguido cada día,

madre mía,

pero volviendo a mi olor a soltería,

a lo disperso de mi estado,

a nuestra hombría

repartida por camas sin pecado

y por pecados sin camas ni agonía,

de un beso o menos que eso,

de un otra vez, de un más de un solo día,

y luego a mi regreso

y luego a mi grafía,

a las letras en que rezo, madre mía,

porque perder el seso más valdría

a darme por exceso a quien no había,

a quien no se reporta cuando parto,

a quien no aparto de mi sombra

cuando ya ni me nombra, cuando

ya es sólo sombra que vacía

mis pelos de su alfombra,

y el resto que le escombra en su alcancía

de piel tan fría, de contrabando

entre un le vamos dando y quién diría,

que ni moneda cabe que devuelva

la cuenta de tus sueños y la mía,

quién sabría

lo que jamás, jamás sucedería,

déjame que tanta pena envuelva

en un solo lagrimón que me vacía,

pero, volviendo a mi sola minoría,

te soy honesto

que alguno me ha propuesto

que en un auto una buena ya me haría

o en un cine, a lo incauto,

“¿esta ocupado allí?”, que me diría,

y yo mirando el film nada sabría

de su mano en mi bulto, que desvía

mi atención de la acción y yo me ausculto

pasando de la cinta al sobresalto,

y no es que falto

a la fe en el amor y en la osadía,

no es que asalto

cual truhán la ocasión sin más valía,

sin pecho ni pulmón ni cofradía

más que con sexo atroz en pleno asfalto

o en un blando edredón de la alcaldía,

que no es libre ninguno de nosotros

de perderse entre los potros de un mal día,

de acusar hasta a una madre, madre mía,

del tiempo que perdimos con los otros,

así que si es conmigo

que tú quieres quedarte y con mi abrigo,

si quieres tú reírte si no sigo,

si quieres abrazarme en mi castigo,

te digo que no sé lo que decía,

te digo que no vi ni lo que había

cuando contigo fui feliz y amigo,

madre, estoy solo y soy testigo

de tanta soledad que no veía,

de tanta perdición que me perdía,

de tanta noche sola en cada día,

que a ratos

ya libre de zapatos y camisa,

ya libre de cumplidos y de risa,

ya ingratos

los besos que no vuelven a mi prisa,

los ojos que mi vista no divisa

y que de que me desvista no hacen tratos,

a ratos, madre, nada pediría,

que si es quedarme solo mi valía,

a solas me he quedado sin recatos,

a solas me he mordido de alegatos

y a solas es contigo que dormía,

si el objetivo es ese, madre mía,

déjame ya partir de mis retratos,

de los nuestros con lluvia o con poesía,

con esos años viejos que tenía

cuando de estos contratos,

de sus letras, de sus arrebatos,

de objetivos tan ingratos, madre, no sabía,

yo no supe, yo no supe, madre mía,

yo no quiero saber, por eso duermo,

por eso como enfermo

ya cierro mi cuaderno

y alto y tierno beso y cierno

mis sueños en tus sueños, tan pequeños

que sólo nosotros dos somos los dueños

de esta orgía,

de esta lágrima perlada en utopía,

de este abrazo en que me caso,

como siempre contigo y con tu abrazo,

bendita, maternal, marchita

y siempre florecida madre, madre mía.

 

http://fuerteyfeliz.bligoo.cl/

 

06 12 14

  • Autor: Óscar Pérez (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 6 de diciembre de 2014 a las 18:39
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 151
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.