Hueles a noche.
El cielo es una lámpara que apago cuando me miras. El mar es un perfume de segunda mano. El pájaro es de tierra, en comparación a tus brazos.
Todo cabe en mi mano, cuando me refugias en tu abrazo. Todo es inmensamente pequeño, excepto la raíz de tu amor. Que se alimenta de vida, en la primera caricia. Que peregrina en hoja seca, cuando de tus besos, mi lengua no respira.
La ciudad es una muralla. Tú eres la piedra que construye mi casa. Tú eres el hogar de mi sombra, la entelequia de la noche que destruye, el creacionismo inacabado de mi poesía. Tú eres vida, vida, vida.
Hueles a noche. A humedad, a lluvia de tierra sobre el vacío de tu herida.
Sinestesia de encuentros. De semilla a ortiga.
De silencio del mundo a lenguaje de amor.
Todo lo puedes vos, todo lo puedes.
De animal herido a hombre que juega ser dentro de mi cuerpo, el sinónimo de Dios.
- Autor: Sara (Bar literario) ( Offline)
- Publicado: 8 de diciembre de 2014 a las 01:45
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 87
- Usuarios favoritos de este poema: marie, Sophia Sea, Trovador de Sueños ...y realidades., Marellia
Comentarios4
Soberbio
muchas gracias orquidea por su paso a mis letras,
saludos!
n_n
Gusto leerte amiga Sara
bambam
Solo puedo decir: Sublime e intenso en toda su extensión, placer inmenso leeros, dulce y querida amiga.
Cálido abrazo con cariño, maravillosa semana para ti.
Carlos
Hueles a poesía...de esa que uno busca para el placer del alma.
Saludos niña bonita
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