Cuántas veces te he dicho
que lo nuestro no puede ser,
cuántas veces
rompemos el silencio,
cuántas alegrías hemos pasado,
cuántos fracasos tendremos.
Pero he aquí, estamos nuevamente...
tal vez sin quererlo,
unidos y entrelazados
a un amor prohibido.
No eres tú, no soy yo,
son nuestros corazones,
nuestros sueños e ilusiones,
es nuestra piel,
frágil condena de lo que no puede ser.
No eres tú,
no soy yo,
es el aire que respiramos,
es el calor en el desierto,
es el invierno en la soledad,
es la caricia rebelde de tu andar sin hogar,
es mi caricia rebelde del egoísmo posesivo,
es el encuentro fugitivo,
son nuestras escapadas de la soledad,
son nuestras caricias que no se hacen esperar,
son nuestras voces que se unen en un grito...
libertad,
tal deseo esquivo
que no logra llegar,
no eres tú, no soy yo,
es el deseo,
es la pasión,
es la esperanza
de fundir nuestro amor
por la eternidad.
- Autor: Mina Molina (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de diciembre de 2014 a las 00:22
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 111
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, Mina Molina, Jareth Cruz
Comentarios3
¿Y después?
Y después existe el vacio, la decepción y la angustia....y nada más.
Un abrazo mi amigo Bambam.
Un placer
Los amores prohibidos son los que al final no tiene destino, pero si mucho desatino amiga Mina Molina...
Un placer pasar por tu portal...
Un abrazo de amistad y afecto...
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
Es la verdad... estos amores son una perdida de tiempo y un fracaso seguro para quien cree que es la solución a la soledad.
Un abrazo fraterno mi estimado amigo.
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