En la lejanía descubrí,
¡Qué poseía las joyas más valiosas de esta tierra!,
dos brillantes piedras preciosas
que me permiten ver
todo lo hermoso,
pero también todo el horror de la humanidad;
con un único precio,
solo;
mirar o virar,
ignorar o luchar,
paz o guerra.
- Autor: Marly Santana Garcia ( Offline)
- Publicado: 9 de diciembre de 2014 a las 10:06
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 82
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Muy hermoso tu poema amiga Marly
Un placer pasar por tu portal
Saludos de amistad de Críspulo
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