No hay aquí más que mi presencia, a medias.
No queda tiempo, los relojes son sarcófagos vacíos,
Todo es blanco o gris, los colores abandonaron sus vestiduras,
Ni el aire transita, a veces solo las insípidas lágrimas astrales.
No hay aquí más que mi presencia, intermitente.
Se fueron los ojos con sus almas pardas, verdes y azules,
Se fueron las flores, sus delicados alientos e identidades,
Las primaveras emigraron detrás de las errantes aves cantautoras.
No hay aquí más que mi presencia… a veces ni yo mismo estoy,
Me voy donde por última vez hubo tiempo, colores, ojos y primaveras,
Evoco la última vez que te besé mujer.
LRL
10-12-14
- Autor: Leandro Rodríguez Linárez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 10 de diciembre de 2014 a las 11:35
- Categoría: Amor
- Lecturas: 34
- Usuarios favoritos de este poema: Alma-tuya, ADOLFO CESAR MARCELLO, El Hombre de la Rosa
Comentarios2
tristemente bello.
Gracias Alma por tu comentario. Saludos!
Muy hermoso tu poema de amor amigo Leandro...
Un placer pasar por tu portal...
Saludos de amistad de Críspulo...
Gracias amigo Críspulo. Un fierte abrazo..!
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