No me busques cuando brillo,
solo es un relámpago,
fugaz luminiscencia,
de mi más secreta esencia.
No me busques cuando brillo,
porque en el más oscuro pasillo,
me abandonas, te pierdo de vista,
y te vas con el siguiente en la lista.
No me busques cuando brillo,
llamas negras, ardiente oscuridad,
expresión de mi maldad,
el más laberíntico pasillo.
Llegas y te vas como siempre,
no importa si hablas,
no importa si callas,
abandonarme es lo más hiriente.
Soledad fiel compañera,
de ninguna manera traicionera,
tierna soledad, mi gran aliada,
mujer con puñal, en mi espalda la herida.
¿Por qué me buscas?,
solo soy un tosco poeta,
que flecha con su saeta,
y sus versos a mujeres esbeltas.
Seducidas por la sagacidad,
negras llamas, del fénix maldito,
mis lágrimas enferman en vez de sanar,
veneno que corroe el alma.
El hombre que buscas,
está en otra dirección,
no importa tus sonrisas,
si no hay amor, es mi maldición.
Solo me admiras por mi intelecto,
te amaría en secreto,
causa de mi gran tormento,
de mi corazón sediento.
La más bella musa prohibida,
silencio melancólico,
de este gran amor platónico,
afrodita de la filosofía,
yo nunca te olvidaría.
Fueron pocas tus palabras,
y muchas tus enseñanzas,
¿cómo no amarte,
e intentar olvidarte?
Sólo que cuando te olvido,
me olvido del olvido,
y me acuerdo de ti,
soñando mil veces la vida,
que contigo jamás compartí.
- Autor: Ángel Poeta (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de diciembre de 2014 a las 16:12
- Categoría: Amor
- Lecturas: 61
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, Jaime Correa
Comentarios1
Muy bello tu genial poema de amor amigo Ángel...
Un placer pasar por tu portal...
Saludos de amistad y afecto de Críspulo...
El Hombre de la Rosa...
Muchas Gracias, Saludos
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