¿Por qué?, te veía
con emoción y deseo
y hoy, te miro como a mi mismo
en un espejo.
¿Por qué?, quiero vivir sin partir
y quiero amarte, sin morir.
¿Por qué?, si amanece
el sol me quema
mientras tus labios, se nublan
en la indiferencia.
¿Que debo hacer?
para encender tu mirar
y sientas palpitar el sol rutilante
cuando amanece.
Sabiendo que mis ojos, se pondrán
en el horizonte, del que quizá
sea nuestro último beso.
- Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de diciembre de 2014 a las 17:45
- Categoría: Amor
- Lecturas: 49
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios2
Mucha belleza en tu genial poema amigo Esteban...
Un placer pasar por tu portal...
Saludos de amistad y afecto de Críspulo...
El Hombre de la Rosa...
Gracias Críspulo, los interrogantes, por lo general se plantean al final de la obra, al principio, son solo expectativas.
Vayan con mi saludo, un poco de calor veraniego.
Esteban
Muchos interrogante, que complejidad es vivir y no pensar, dejarse llevar, existir. El tiempo pasa y uno se siente desprotegido, o sometido a las inclemencias de las contantes preguntas.
Mira cuanto me he metido en tu poema.
Un saludo con un vientito fresco.
Dicen que la inteligencia se nota por los interrogantes. Me alegra que mis desvarios te contagie de interrogantes.
Lo importante, es llegar darse cuenta..., es el principio.
Hermosa frescura nocturna.
Esteban
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.