Tiré la taza
que le había guardado
dejé el cuarto cerrado,
para quemar su camisa.
Rompí la nota enviada,
con aquel improvisado
“te amo” tembloroso.
Me bebí su veneno
como a un licor.
Embriagada de engaños
arreglé la sala
tal si fuera su equipaje
de amor,
y todo lo suyo
lo puse en el patio
junto a otros desechos
sin color.
Me inyecté sus mentiras.
Lo eché de mi entraña;
desperté de su ausencia…
Lo saqué de mi cuerpo.
En aborto perfecto,
Lo libré de mi pecho,
Y de mi devoción.
Reprendí mi ilusión,
Y sus pocas cositas
las limpié mi vida.
Por fin, todo muerto.
Otro 'cuento' resuelto,
Buena suerte,
y adiós.
(Socorro Maria Lopes)
- Autor: Lucero Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de diciembre de 2014 a las 04:03
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 51
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, Jareth Cruz
Comentarios2
Hay Mariquita que hermosura de letras
bambam
Gracias amigo!!!
Como siempre tan amable!
Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Saludos!
Un hermoso poema amiga Lucero
Te deseo felices fiestas de Navidad...
Un abrazo de amistad navideña...
El Hombre de la Rosa...
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