Estimados amigos de Poema del Alma: Debido a vicisitudes muy extensas de relatar me vi alejado de la página, hoy intento regresar, paulatinamente iré subiendo algunos poemas que ya publiqué, por lo que les pido paciencia, pues es por ahora todo lo que puedo hacer, gracias por vuestra comprensión.
Me gustaría consultarte,
conocer tus pensamientos,
no tanto tus sentimientos,
sino en que cosas razonas,
ya que estás en el nivel
de las que llaman “señoras”.
Ya tienes más de cincuenta,
pero aparentas cuarenta,
(meta masajes y cremas,
cirugías y otras yerbas),
vas al gimnasio y te “matas”
conservando la silueta.
Hoy vas a ir por el shopping
y al salón de belleza,
comprarás lo más que puedas,
aprovechando que el “gil”
te renovó la tarjeta;
también hablarás con Carlos,
pero desde una cabina;
si te revisan el “celu”
¡no quieres que haya sorpresas!;
muy bien te enseñó tu mamá
a usar la inteligencia,
(en el mundo nada cambia,
desde la antigua Cleopatra:
especulación y guerra).
Quisiera que recordaras
esa historia algo vieja,
de cuando estabas de novia,
con el que ahora trabaja
tanto en ese negocio
que prospera y prospera
(y también paga tus cuentas);
¿recuerdas que te decía
que aunque era pobre tenía
esperanza y muy buenas
ideas en su cabeza?,
¿tampoco habrás olvidado
que solía llevarte flores
y te escribía poemas?
Anoche llegó cansado,
apenas si se bañó,
tampoco quiso la cena
y a la cama se tiró,
(¡que aburrido te resulta
ahora que tiene sesenta!)
Tal vez el vestido calado
resalte más tu silueta,
¡por supuesto!, tacos altos,
¡ah! con esos pendientes de perlas
que te “hacen” más “pendeja[1]”,
y que enloquecen a Carlos,
(moreno, de apenas treinta).
Yo quisiera preguntarte,
por esos sueños románticos,
que pensaban concretar
cumplidas algunas metas:
¿Cuánto hace que no lo hablan?,
¿será que él tampoco recuerda?
No te quiero molestar,
pero hay cosas que no entiendo:
tu hijo siempre ocupado,
o visitando a su suegra,
con su esposa... con sus hijos,
tres, que te llaman abuela,
que a veces preguntan por ti,
(uno ya va a la escuela).
Tú hijo no habla de ti,
¿será que le das vergüenza?,
tal vez ya todos lo saben
y sólo tú no te das cuenta,
en el gimnasio te ven
riendo con Carlos y otros,
tus gestos son elocuentes
cuando a tu esposo desdeñas,
(hace mucho que cayó
tu mal atada careta).
¡Sería bueno que miraras
tus ojos, cuando te peinas!
[1] Joven (regionalismo)
- Autor: Raúl Daniel (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 18 de diciembre de 2014 a las 00:15
- Comentario del autor sobre el poema: Otro espejo..
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 36
- Usuarios favoritos de este poema: el poeta del abismo, Giovanna Castellanos, Maria Hodunok., claudia07
Comentarios1
Solo la verdad y claridad del mundo mismo lo remarca en cada poema que le leo.
Mis saludos amigo, un abrazo
Gracias mi amigo querido por tus palabras, y por darte cuenta de lo que hago y entenderlo..
Un gran abrazo..
R_D
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