Un fantasma.

"Sentí frío en mis pies, supe que estabas ahí, sin embargo, no te pude ver."

Es extraño; pues un fantasma me sigue...

Lo intrigante es que, aquel fantasma me ofrece lo que necesito,

sin embargo, a pesar de ser real de cierta manera,

no puedo verlo.

Mucho menos sentirlo.

Al menos, como yo quisiera.

Yo, necesito lo que me ofrece,

es tentador. Imaginad solo por un instante,

todo aquello, que soñaste en el amor.

Pero no soy tan romántico,

no puedo estar enamorado de un fantasma,

ya que en el plano donde me encuentro,

necesito caricias, besos y calor en mi cama.

Cosa que, las maravillas que me ofrecen,

siguen siendo ilusiones. Que, pueden llegar a ser hermosas,

pero no dejan de ser intangibles emociones.

Rayando entre la realidad y lo irreal,

entre subjetividad y objetividad,

entre amor y odio,

entre mí y tus soliloquios.

No es la bruma de la razón que me exhorta,

ni los sueños futuros que me confortan.

Es la realidad tangible por el escenario de la vida,

el cuál me ha impulsado, a dicha apología.

La incertidumbre del mañana me atormenta,

el carpe diem, son a puño mis letras.

El amor pasional desenfrenado es ahora inasequible,

pues entre las sombras,

desapareces,

y no muestras ningún perfil creíble.

De la dolorosa ponzoña de la araña,

al verdor de nuestra juventud.

Se torna en una muerte con guadaña,

que mi esplendor, fulmina por conocerte.

Yo me planto con firmeza,

andando con seguridad,

no me arrepiento de nada,

que brille un nuevo futuro,

en lo ojos de una mujer que,

pueda amarle, sin misterios y,

sin banalidad.

Cierro YO éste libro,

con poder y autoridad,

los pergaminos de lino,

serán abiertos,

hasta que muestres,

tu verdadera identidad.

No fue, es, Así es, y no será, es. Hoy, mi inexorable presente, mi futuro y realidad.

BLACK LYON.