La noche tan azul
mi turbio cuerpo
sobre el frío césped,
le hablaba a la luna
y solo, sin nadie, escuchaba
el eco de los montes
repetir su nombre.
La noche tan gris
mi mente y mi alma
confluían en ese espacio
tan horrendo, inhóspito
y la luna celosa
ya no me quiere hablar;
extraño su sonrisa.
La noche tan negra
de luto y despiadada
me lanza amenazas,
y dolía más mi indiferente alma
que el oír de sus palabras
de su boca, sus suaves labios.
- Autor: Roque Argüelles Arévalo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de enero de 2015 a las 15:08
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 28
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios3
Muy lindo tu poema amigo
Bella la lectura de tus letras...
Saludos de amistad y afecto...
El Hombre de la Rosa
Gracias Críspulo.
Espero le vaya de maravilla.
Me gustaron tus letras amigo Roque
bambam
Muchas gracias bambam.
Saludos.
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