En noches como esta,
mi alma vaga sin apuro.
Descifrando el polvo erguido sobre el horizonte,
que difumína los contornos que me rodean.
(Trémulo el pensamiento,
oxidadas las perspectivas).
En noches como esta,
mi piel fue abrigo del pecado.
Cuando la calma brilla
y no posee forma permanente,
los colores pelean entre si,
desgarrando toda ética literal.
En noches como esta,
camine sobre la arena
perplejo ante el tiempo absoluto.
Besando los pies helados,
de una llovizna en julio.
- Autor: Matias Ezequiel (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 5 de enero de 2015 a las 11:49
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 86
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Muy hermoso tu versar amigo Matias...
Un placer haber leido tus letras...
Saludos de tu amigo Críspulo...
El Hombre de la Rosa...
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