DÍGAME USTED

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DÍGAME USTED

Cómo evitarlo…

Si cada vez que él aparece,

el tiempo sin demora

¡no sabe cómo comportarse!

Si al llegar con la luz invisible de su alma

y al fijar la paz de su mirada a la mía,

provoca en mí, unas emociones en estampida

que se apoderan de mi cuerpo

y un abecedario de revoltosas mariposas

vulneran mis rincones más sagrados.

Cómo negarme…

Si en un simple roce de manos

mi cuerpo ondula como serpentina entre ellas

y de manera inequívoca,

enciende un volcán dentro de mí.

Si cuando todavía no me ha dado un beso,

mis labios en un éxtasis ardiente,

saborean sus más preciados anhelos

y mis pechos de canela tibia

van remando entre un sinfín de suspiros.

Cómo no atreverme…

Si cuando intenta un recorrido por mi cuello

dibuja en mí un paisaje color cerúleo,

me convierte en su fuente de inspiración

y en un manantial de anhelos prohibidos,

se empieza a escribir un poema…

con un tintero de luna despeinada

y ardiendo en versos mudos

van la brasa de sus labios y mi piel

y el ritmo candente de nuestras caderas.

Cómo impedirlo…

si hay tanta ausencia y abandono…

un corazón inundado de una profunda soledad,

una melancolía acariciante de piel ausente

y una, con memoria primaveral,

un rosal encantado por deleitar,

unos labios con sed y sabor a miel,

una existencia de tiempo acumulado…

Tanto por entregar y vivir…

tanta necesidad de amar… y en amor morir.

Cómo no amarle…

si logra secuestrarme con tan sólo mirarme

y en perfecto desvarío me hace suya

y a él, lo hago muy mío.

Es como negar que haya memoria en la piel;

que la noche se erice con el coqueteo embriagante de la luna

y que el suelo recibe caricias del cielo en cada gota de rocío

o quizá, que el mar  besa incesantemente la arena

y en cada romper de olas de éste, entre las rocas,

sea un éxtasis de mutuo encuentro.

Cómo entenderse…

con los “sí” y los “no” cuando llega el amor

sin ser éste una decisión.

Cómo controlar los sentidos

si usted después de leerme, sabe muy bien

que alguna vez le ha sucedido

y tal vez pronuncie en un suspiro:

“he sido amado y muy bien correspondido

porque la oportunidad supe entenderla y he vivido”

o tal vez diga: “Se me pasó el tiempo y el amor… lo he perdido”

Hija del Sol

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Imagen tomada de la web

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