La tarde es pálida
y las horas espesas.
¿Donde esta tu silencio?
El mismo que embalsama mi pena.
¿Como resistir la corriente caudalosa del deseo?
Ese que me pide guardarte entre mis brazos,
como una diadema bajo cerrojos,
y no soltarte hasta llegar a ser única piel.
Escribo y escribo..
Mi voluntad inquebrantable hasta vos.
Y en vos respiro,
y muero,
y me levanto una ves mas,
para zambullirme en cualquier musa
que me devuelva tu imagen.
- Autor: Matias Ezequiel (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de enero de 2015 a las 15:03
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 123
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios2
tierno y melancolico
Muy emotivo y bello tu versar amigo Matias...
Un placer haber pasado por tu portal...
Saludos de amistad de Críspulo...
El Hombre de la Rosa...
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