Una anciana ya sin lágrimas comparte angustia, miedo y hambre, mientras unta a oscuras su pena en té.
De todas partes hay ruidos de balas y explosiones, los incendios ya no se apagan, se extinguen.
Los que quedan ya no esperan, sólo queda sobrevivir donde quiera que los reciban, donde no haya guerra.
Las noches y las mañanas, solo traen muerte, los ríos son de cadáveres.
Ya es muy tarde, el odio danza su ritmo esquizofrénico y la paz se queda en las oraciones afligidas en los labios del exilio.
- Autor: Pablo Mistral (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de enero de 2015 a las 01:31
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 33
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, Verito Escobar
Comentarios5
Una escena de terror infernal amigo Pablo
Un placer haber pasado y leido tus letras..
Saludos de amistad de Críspulo...
El Hombre de la Rosa...
Desde la comodidad de la impotencia. Mi abrazo fraterno.
Una dramática realidad la que se está sufriendo en ese sector del mundo. En la impotencia sólo queda la denuncia. Saludos
Gracias Melba. Aprovecho y denuncio mi alegría por tus comentarios
Terrorífico realmente.. la guerra como medio de que haya cada vez menos pobres..
Sigamos denunciando..
Un abrazo fraterno..
R_D
También se usan las guerras para aumentar riquezas, saciar avaricias, poderes y dominios. De terror y Horror. Un abrazo fraterno
Que fuerte y dura realidad, la he vivido de cerca con una amiga Siria, el dolor es inmenso y desgarrador, un abrazo
Saludos, un gran abrazo. La guerra solo hay derrota y muerte.
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