Una historia en Ajedrez

Juan Diego González Loaiza

                                                        
Me ha puesto en jaque tu fragancia, mientras yo, pieza inmóvil sonrojada, permanezco a línea recta, Reina Blanca, de esa estela que liberas con tus labios, quieto, puesto sé que un paso en falso a un espacio tan cercano desafía toda regla en este juego, que contigo y en tu contra… con placer o con desdén… hoy por hoy estoy jugando.

Pero estoy en jaque, me amenazas con tan solo tu presencia y me tientas (y me tientas) a comer toda tu pieza, pero no, un pobre rey jamás podría ni en mil años todavía acercarse tanto al cuadro donde espera esa sonrisa, que lo come, que o lo come o se retira… ¿Puede un rey sin más que un cuadro, y un plan loco de su lado acceder a aquella reina que lo tiene tan cegado? ¡Quién lo sabe! ¡Yo no sé! ¡Solo sé que te amaría y de resto que lo haré!

…Pero este loco rey, no se queda, no se va, solo observa desde cerca a esta reina blanca estar, quietecita frente a él, decidiendo si comerlo para siempre o para qué.
Pieza blanca y pieza negra, desde cerca que se ven, con deseo y con anhelo de uno al otro poseer. Pero si ella accede al paso, (que tanto desea el Rey), romperían toda regla que ellos han de conocer, ¿Cómo un Rey se atrevería a esa Reina proteger, si es que ella le hizo un Jaque (o es que el Jaque buscó él)? No lo sabe y a él le encanta, no tener que responder tantas cosas que parece, no tener por qué saber…

Sigo inmóvil, ya lo ves, pues mis torres las tumbaste, mis caballos conquistaste y mi mirada te llevaste, me besaste, me besaste desde ahí, desde tu puesto, ni tan cerca ni tan lejos, mientras yo te quería aquí, en mi pecho y en mi ser, pero el simple hecho de ver con mi calma bien tu piel, y de amarte con cuidado, (mientras tuve tiempo de…) fue más bello que la vida de un eterno amanecer.

…Largo juego el que se lleva, siguen Rey y Reina en pie, ambos piensan su estrategia, no la encuentran, no la ven… ¿Pero está frente a sus ojos y la ignoran por tener tanto miedo a un gran cambio o algo nuevo conocer? No lo saben pero el Rey, que la quiere en su reinado, no le importa responder las preguntas que no sirvan para a ella proteger, protegerla de su lado, o en el lado de ella él. Pero el Rey quiere a esta Reina, ¿Qué va hacer?, ¿Qué va a hacer? ¿Qué va a hacer si tiene Rey?, ¡pero no es él! ¡Pero no es él! ¿Ajedrez es Rey a Reina, o es un duelo Rey a Rey?…

…Rey de reyes no se rinde, y él la ama tanto que… (Si es en Jaque que lo quiere), que decida ella por él, y a la espera permanece este humilde y joven Rey, de la Reina un Jaque Mate, para siempre estar con él…



- Autor: Juan Diego González

  • Autor: Juan D. González (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 12 de enero de 2015 a las 15:45
  • Comentario del autor sobre el poema: Crédito a WNPhotography® por la imagen.
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 95
  • Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, lujan3616
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos


Comentarios +

Comentarios1

  • El Hombre de la Rosa

    Mucha sabiduria y buen hacer literario has puesto en tu maravillosa partida de ajedrez amigo Juan D. Gonzalez... pero en este caso no es el color de blancas o negras lo que determina el buen final y la victoria en la lucha, sino el sentido y la inteligente estrategia que unos de los dos bandos utiliza para vencer al contrario... dejando para lo último el amor entre el Rey y la Dama vencedora...
    Un placer leer tus letras
    Saludos de Críspulo
    El Hombre de la Rosa



Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.