En las penurias del deslumbramiento se imponen cadenciosos recuerdos, que a viva voz y cómplice de los sentidos dan poder al subconsciente, imponente y persistentes llegan aquellos momentos, suspiros, gemidos y el vaivén de la pelvis, húmedas y dilatadas se tornan las pupilas mientras el amor se apaga en contra de las voluntades, las pasiones merman y dan paso a la distancia, los corazones desaceleran sus latidos mientras los ojos siguen obsesionados con el paraíso. Se apaga la llama cuyo ardor encendía el bosque de tu piel, causando humareda que luego era apagada por la lluvia que mojaba nuestros cuerpos, algo dentro de nuestras almas prevalece latente, nuestras pieles se erizan al contemplar nuestras fotos, el amor se apaga, pero mis ojos siguen con voluntad admirando tu belleza, la vida nos da la milla extra, y a sabiendas que nos extrañamos y que algo pasa, se apaga el amor, el amor se apaga.
- Autor: jose miguel pichardo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 13 de enero de 2015 a las 18:27
- Comentario del autor sobre el poema: En las penurias del deslumbramiento se imponen cadenciosos recuerdos, que a viva voz y cómplice de los sentidos dan poder al subconsciente.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 98
- Usuarios favoritos de este poema: mariarl
Comentarios1
te quedo hermoso
Gracias por tu tiempo mariarl.
un abrazo
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