Recuerdo que alguien escribió una vez,
con ese buen hacer y ese propósito
que otorga la experiencia
a lo largo y holgado de los años,
que hay que saber perder
y aprender a marcharse
antes de que te echen.
Se me hace demasiado cuesta arriba,
demasiado arriesgado y sofocante
malvivir de prestado en un lugar
donde el tiempo pudiera haberse detenido
(como un viejo y exánime reloj
sin grano alguno ya de su implacable arena,
sin sol ni mecanismo
al que dar cuerda y brío cada noche)
en un mayo suicida
y con más prisa acaso que cordura
allá por el noventa y cuatro.
Estancias que recrean la memoria
de otra edad, de otros rostros y otros hábitos;
llaves que guardan puertas bien cerradas
o equipajes aún por consignar;
fotografías que convergen en París,
en Roma, en su añoranza;
cajones con cifrados borradores
de un diario inacabado.
Como escribió el poeta
desde su buen hacer,
desde su inamovible convicción:
hay que saber perder con dignidad
y aprender a marcharse sin respuestas
antes de que te echen.
- Autor: Moreral ( Offline)
- Publicado: 14 de enero de 2015 a las 07:36
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 28
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios2
Muy bueno poeta, me gustó.
Un abrazo
Una hermosura de poemas has escrito amigo Moreral
Un placer pasar por tu portal...
Saludos de tu amigo Críspulo...
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