Navegando en un mar de vicisitudes
me vi naufragando en una isla desierta
colmada de sombras y gemidos, ¿como puede ser , si
es una isla desierta?, me pregunte.
En un instante como un relámpago me fui olvidando
de ti, y comencé a adentrarme en lo mas oscuro del bosque,
recuerdo que te comente que todo esto había sido tu culpa,
que tu me orillaste a abrir un boquete en mi nave,
que me presionaste tanto hasta que saltamos del navío,
tu me respondías solo con el silencio, pero siempre a la expectativa
de mi accionar, como cuidándome con sigilo, como una madre cuida de
del hijo recién parido, te reclame, te reproche pero nunca me dejaste
solo, por mas que te gritara y te lanzara rocas me seguías, como un perro
sigue a su amo. No lo entendía!
No podía interpretar tus actitudes, que objeto tenia que siguieras
mis pasos, que besaras mis huellas con tus pisadas, y simplemente me
siguieras como cual procesión siguen los fieles.
Al seguir caminando pensaba y hacia remembranzas sobre mi vida de cuando era un niño
nunca fui un niño como los demás, mis intereses eran otros,
nunca fui bastante bueno para las personas cercanas a mi
prefería seguir mis instintos antes que a la manada,
me encantaba sentarme y observar, analizar mas que todo el comportamiento
de los demás y tratar de descubrir sus manías y su carácter cuando estaban
solos, trataba de encontrar eso que ellos tratan de esconder cuando van por las calles
¿había sido bastante buena mi vida como para morir solo? me pregunte.
Haciendo una introspectiva y retroalimentando mi propio ego creo que sì!
ame, fui amado y abandonado, explote mis dotes al máximo, viaje lo suficiente
y nunca me retracte de mi actuar, siempre me protegí muy bien, no se como ahora
me descuide y termine varado aquí.
Al tiempo trate de comprender por que te ame tanto si yo lo supe desde la primera vez que te vi, que me perdería en ti, entre tus curvas y tus labios, no lo se, es mas ya no te quiero pensar,
desde que dijiste que no volverías conmigo, eso marco mi carácter, pueda que
por ti soy quien soy, pueda que por ti este aquí.
Cuando me detengo por un momento a tomar aire, descanso sobre una roca y observo los peñasco con sus aristas partiendo el viento
retando la magnitud del cielo, oh…. rayos comenzó a llover, cae sobre mi la primera gota de lluvia
en este preciso momento para mi no es nada mas que un simple y escuálido escupitajo que aunado a mi difícil
situación no me provoca mas nada que gracia
Vuelvo mi vista y ya no estas, que rayos te hiciste, ¿adonde se había ido?,
no lo podía creer se había largado, con desesperó busco debajo de las rocas,
entre las ramas y arbustos, no me podía haber quedado mas solo, y menos en esta maldita isla
, maldigo, insultó y blasfemo no es justo que tu también me abandonaras, y te hacías llamar mi
amigo, a decir verdad nunca creí en los amigos, fui demasiado orgulloso e independiente,
pero ahora es cuando mas te necesito, cuando secaba mis lagrimas las nubes se disiparon y una vez mas apareciste
inclinado sobre mi cuerpo con tus pisadas besando mis huellas, siempre callado y sigiloso, siempre
a la expectativa, siempre prudente, creí que no te volvería a ver, por favor sigue nuevamente mis paso y cuida
mi espalda aun nos que da mucho por caminar.....
- Autor: Carlos Lobo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 10 de abril de 2009 a las 14:44
- Categoría: Amor
- Lecturas: 626
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