- Tenga, le dijo mientras extendía su mano con unas monedas
- No, no se preocupe, ese dinero es suyo
- El dinero viene y va, ya lo obtendré de nuevo
- ¡Gracias! ¿y como supo que lo necesitaba?
- Es que los mendigos aprendemos a leer miradas
- ¿Como es eso?
- Podemos adivinar quien nos dará y también quien necesita
- ¡Gracias de nuevo, señor!
Y el mendigo sonrió, y mientras regalaba la limosna al niño, su alma brillaba de contento.
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Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Maracaibo, Venezuela
- Autor: Diaz Valero Alejandro José ( Offline)
- Publicado: 16 de enero de 2015 a las 15:07
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 319
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, Beatriz Blanca, Trovador de Sueños ...y realidades., rosamaritza, DELICADA ABRIL
Comentarios5
Muy lindo tu preciado cuento amigo Diaz Valero
Un placer pasar por tu portal...
Saludos de amistad de Críspulo...
Un cuento con sabiduría, amigo.
Un cálido abrazo y buen fin de semana.
El dar un poco o mucho de lo que tienes, no es caridad.
El dar de lo único que tienes, y esperar con la fe en Dios.
Eso es saber dar con caridad.
HERMOSO EJEMPLO :.Nadie sabe quien nos dará una lección de vida, y con tu cuento breve lo has hecho, Alejandro J. Diaz Valero , gracias.
Mas que bueno, excelente y valedero... hermano. Así es.
Un fuerte abrazo.
quien es mas feliz, el que da o el que recibe, esto fue hermoso, abrazos y besos mi querido Alejandro, tqm
rosamary
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