Misterioso paraiso
de ocaso sin penas,
y en la noche estrellada
un parentesco
entre palabras
revela algo...
Luz amarilla,
ventana iluminada,
noches de estar contando
historias raras.
Y alllì adentro,
ojo en vigilia,
conversar
con un amigo.
O tal vez, fiebre
a la hora de acostarse,
brillo en los ojos,
delirios de sueño esplèndido
en los brazos de la amada.
Cortinas interrogantes,
silencio en los tejados.
Ventana a las tres
de la madrugada.
- Autor: franciscolopezsantos ( Offline)
- Publicado: 17 de enero de 2015 a las 13:36
- Categoría: Amor
- Lecturas: 66
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Muy hermoso tu versar de amor amigo
Muy grata la lectura de tus versos
Saludos de amistad de Críspulo
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