Las fronteras están de duelo
porque tu alma es un diamante que se asoma por mis ojos,
y entonces se cubren de perfume las campanas,
y las rosas abren sus retoños.
Cuando comencé el camino
no sabía ni adónde iba
y ahora que tú eres lucero de mi corazón,
alumbras hasta el eco de mi voz cuando te llamo.
Amarte en la inmensidad del amor
es cantar entre la tierra y el cielo
y darle sonrisas a la vida
es decirle al sol qué harás cuando despiertes.
- Autor: Julio Blanco (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de enero de 2015 a las 00:39
- Categoría: Amor
- Lecturas: 302
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios2
Buenos versos poets, me gustaron.
Un abrazo
Gracias, Boris!!! Abrazo!!!
Muy hermoso tu gran poema amigo Julio...
Muy grata la lectura de tus versos...
Saludos de afecto y amistad...
El Hombre de la Rosa...
Gracias por tu comentario. Un abrazo.
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