Desde algún lugar de Paris,
y el lento vapor doblado en la pared,
hay una distancia que por accidente sobrevive: el mar crecido de tu pelo,
la marea de tus ojos color desnudo sigue tejiendo el profundo renglón horizontal,
donde está el encaje de un pájaro visual hecho papel,
aquí he recortado a la ciudad y la Torre Eiffel con mi tijera urbana
y la estampilla con un poco de saliva incrustada en una balsa de palabras,
poema hecho ciudad,
hecho mujer,
barnizado con las Pléyades encanecidas y la brisa de concreto.
Voy sobre el curso de un largo collar donde juega el agua en apretar garabatos horizontales del Rio Sena,
pero no,
mi visita tiene un zócalo de empapadas óperas de fecunda imagen,
la Catedral de Notre Dame,
el Museo de Orsay,
“La ciudad de la Luz”
la Diosa Isis
me sintetizan los trazos imaginados que visito.
Bernardo Cortés Vicencio
México
Papantla, Ver
- Autor: bernardo cortes vicencio ( Offline)
- Publicado: 20 de enero de 2015 a las 17:27
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 45
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Muy hermoso tu genial versar amigo Bernardo Cortés Vecencio
Saludos de amistad y afecto...
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
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