Testigo fue la luna del fruto de nuestro amor,
Pecado original que abre las puertas del cielo
A los amantes que se entregan a la pasión
En las excitantes garras del deseo.
La noche se hizo madrugada,
El incienso inundaba la habitación,
Y nuestros cuerpos, desnudos sobre la cama
Comenzaron el juego del amor.
Cual caramelo tus senos saboreé,
Lentamente mis labios recorrieron tu cuerpo
Al compás de los latidos de mi corazón,
Que latía más y más al llegar bajo tu vientre.
Beso a beso, mordida a mordida
Saciamos nuestra hambre de placer,
Mientras el brillo de las estrellas moría
Y el sol daba paso a un nuevo amanecer.
- Autor: Ulises Vargas Osorio ( Offline)
- Publicado: 24 de enero de 2015 a las 14:07
- Comentario del autor sobre el poema: ¡Haz el amor y no la guerra!
- Categoría: Erótico
- Lecturas: 91
- Usuarios favoritos de este poema: aprendiz de poeta, El Hombre de la Rosa,
Comentarios3
"Mientras el brillo de las estrellas moría
Y el sol daba paso a un nuevo amanecer."
Me encantó este verso, muy lindo. Saludos.
Gracias por tu comentario, es un placer que hayan gustado mis versos
¡Saludos!
Hermoso poema Ulises , me encantó de principio a fin. Besos.
Un placer tu comentario, ¡gracias y saludos!
Muy lindo tu erotismo amigo Ulises...
Un placer haber leido tus letras...
Saludos de amistad de Críspulo...
Muchas gracias mi estimado amigo "Hombre de la Rosa"
¡Saludos!
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