Espíritu fanático, para los visitantes
Una rosa que se abre en primavera;
eterna juventud destilada y abstracta.
Es cultivo, es semilla, es labriega…
Son sagradas sus quimeras incesantes.
Se destapa como si viviera. ¡Como si muriera!
Y en los aquelarres, a la hora exacta,
Es libertad, y de una luna, prisionera…
Es alquimista, bruja, nigromante,
Es naturaleza desenfrenada que sosiega.
Es seducción que descansa entre sabanas
O fabrica besos para nadie, para Omega
Un manifiesto, del mudo mundo, gigante
que todo lo que no tiene lo reparte, se despliega
e invierte en fe, en palabras, esperanzas
en futuros ,en ahoras ,en manos abiertas.
Corazón neto y concreto, que aquilata valores
de dibujantes prácticos; de temperas negras,
Y entre sus dedos temblorosos las añoranzas
que en un amarillo y viejo papel “garabatea”.
Es una sonrisa que acaricia todos los colores
Y en los paisajes, se sienta, después se acuesta
Y en un orgasmo con el cielo, las estrellas danzan,
Y se viste de fuego para dormir con la marea…
Antonia Ceada Acevedo
- Autor: A.Ceada (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de enero de 2015 a las 14:34
- Comentario del autor sobre el poema: La primera ley que me indica la naturaleza es deleitarme a costa de quien sea. Marqués de Sade 1740-1814. Donatien Alphonse François. Escritor francés.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 30
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Muy hermos tu poema y tu razonamiento estimada poetisa y amiga Antonia Ceada Acevedo...
Un placer pasar por tu portal..
Saludos de tu amigo Críspulo..
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