Marchitando lento entre senectud
perece de una rosa el esplendor
aquel que ayer fue tan cautivador
y ahora sucumbe en su pulcritud
fugaz será el suspiro de quietud
ante tal agobio estremecedor
cual ósculo triste y ahogador
de la muerte en el inerte ataúd
ha muerto una dama con prontitud
bajo el palpitar del azul nocturno
bajo destellos de beatitud
y como sopla el viento inoportuno
sin propinar ruido como virtud
en su corazón no hay latido alguno
Juan Amezcua
- Autor: Juan Amezcua (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 27 de enero de 2015 a las 03:30
- Categoría: Triste
- Lecturas: 182
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, Claro de Luna, lyi roseblue, José Adolfo Fernando
Comentarios4
Muy emotivo y genial tu bello soneto amigo Juan
Un placer pasar por tu portal
un saludo fraternal de Críspulo
El Hombre de la Rosa
muchas gracias, como siempre un gran saludo y honor de que mis poemas sean de su agrado.
Buen soneto nos comparte, un gusto leerlo.
Saludos de amistad
muchas gracias, saludos
Es la normal evolución de la vida, nacemos para perecer. Sublime y hermoso poema. Saludos
muchas gracias, aunque es precisamente ese camino a la muerte lo que le da sentido y potencia a esta aventura que es la vida, saludos
UFF ME ENCANTO!!
DIJE CREO QUE SE REFIERE A MI JEJEJE
UN GUSTO LEERTE Y ME LO APROPIO Y LLEVO CON TU PERMISO
VA? : ) SALUDITOS
Muchas gracias, bueno este poema se refiere a un gran publico pues si no me equivoco todos somos mortales, y con respecto a eso de apropiarse de tal, con que otro sentido habría de ser escrita la poesía, saludos
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