Y podría ir más allá

Es un día cualquiera, lo diría esta noche envuelta de estrellas, esta luna y este viento que no aprieta ni hace calor.

No hay por qué deba ser de otra manera.

Solo hay un lugar vacío, que intenta descifrar este silencio cómodo que llevo dentro y que no deja de hacer ruido.

No logro distinguir si en mis pensamientos lo miro con mis ojos cerrados o están abiertos, no logro distinguir si su sombra sonríe o es tan solo mi deseo. 

Estoy tan cerca de mi misma, ocultando secretos que me saben a vida, a libertad, y que podría dibujarle con un beso.

Me pregunto si me atreveré a leerlo en voz alta, si seré capaz de aceptar que no es real. Sí, que no es real.

Su sonrisa baila en mi mente, llega, golpea mi equilibrio, sigue bailando y vuela. Ocurre a cada momento, no deja de bailar su sonrisa en mis pensamientos.

Intento encontrar su voz, por alguna razón me resisto a olvidarla, ¿o acaso es solo que no quiero o no sé cómo olvidarla? 

Si esta luna me diera también la receta para olvidar el sonido de su mirada. 

Busco el pasado donde la luz de su presencia es posible, es el único lugar que sostienen mis manos frías, donde lo tengo y no lo sueltan mis dedos.

El pasado y mi mente son los únicos lugares en donde está.

Si él supiera, si él supiera.

Si él supiera de lo que soy capaz y no sabrá.

Es complicado lo sencillo, y no tengo prisa.

Tengo una canción, la mitad de un beso, el calor de sus ojos y un puñado de palabras sinceras.

Él ocupa un lugar, parecido a un eco que viene y va.

Jamás tuve tantas ganas de quedarme o de huir. Me asusta mi alma frágil que la mayoría de las veces es árbol, pájaro, nube, flor ó mar. 

Si él me dijera algo que no sepa, en silencio, en un parpadeo…tan solo algo que no sepa y que pueda tener en mis mañanas al despertar.

Puedo escribirle porque no ha llegado y por esa razón no se va.

Él me sabe a nostalgia, verano, ansias, a suspiros, a lluvia y podría ir más allá.

La única certeza que tengo esta noche fría es que los ojos son de quien los mira.

Y fue tan mío ese instante, que puedo volver una y otra vez, en sueños, despierta, con miedo ó sonriendo de puntillas. 

Él no lo sabe, tengo un lugar, que a ciegas puedo una y otra vez encontrar