... Y en la noche, la soledad abriga el sentimiento cohibido de mi voz al intentar decir tu querido nombre, pero si con amor te amé, ahora por amarte más de lo que te pude amar ayer, por el bien de los dos, debo dejarte, ir ...
syglesias
Presenta
PAÑO y LÁGRIMAS:
Ven, unamos nuestras deidades, siendo el uno para el otro paño y lágrimas por un sufrir en silencio a causa de un olvido, que ha sido el fracaso para la desilusión que padecemos al vernos mordiéndonos los labios, por no ser el primero que con mas lágrimas corriéndole el rostro, diga cuanto lo siente por no poder soportar más la ausencia, añorando la presencia hasta ayer habida en esos sentidos brazos...
Ven, unamos nuestras deidades, porque tu herida no dolerá menos a la mía al rememorar juntos por un momento anhelados recuerdos que nos hemos cohibidos de volver a vivir, sintiéndolos con la piel desnuda libre de prejuicios, por no hacer recrujir el pasado, abriéndose esas dos cruces por cicatriz que llevamos en el alma ante nuestros ojos, que nos impiden ver sinceramente la razón por crudeza de nuestra pobre y triste existencia...
Ven, unamos nuestras deidades, que si por el atrevimiento de hacerlo no ganamos, tampoco perdemos nada de lo que no hayamos perdido, ya, por ese silencio mantenido que nos imposibilitó de lograr superar los problemas que nos distanciaron de tener sobre el pecho a ese ser amado, por no saber evaluar unidos lo ocurrido, pudiendo aplicar lo aprendido por nuestros errores con tiempo y espacio.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 26012015 03:00 PM.
syglesias
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PAÑO y LÁGRIMAS:
Ven, unamos nuestras deidades, siendo el uno para el otro paño y lágrimas por un sufrir en silencio a causa de un olvido, que ha sido el fracaso para la desilusión que padecemos al vernos mordiéndonos los labios, por no ser el primero que con mas lágrimas corriéndole el rostro, diga cuanto lo siente por no poder soportar más la ausencia, añorando la presencia hasta ayer habida en esos sentidos brazos...
Ven, unamos nuestras deidades, porque tu herida no dolerá menos a la mía al rememorar juntos por un momento anhelados recuerdos que nos hemos cohibidos de volver a vivir, sintiéndolos con la piel desnuda libre de prejuicios, por no hacer recrujir el pasado, abriéndose esas dos cruces por cicatriz que llevamos en el alma ante nuestros ojos, que nos impiden ver sinceramente la razón por crudeza de nuestra pobre y triste existencia...
Ven, unamos nuestras deidades, que si por el atrevimiento de hacerlo no ganamos, tampoco perdemos nada de lo que no hayamos perdido, ya, por ese silencio mantenido que nos imposibilitó de lograr superar los problemas que nos distanciaron de tener sobre el pecho a ese ser amado, por no saber evaluar unidos lo ocurrido, pudiendo aplicar lo aprendido por nuestros errores con tiempo y espacio.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 26012015 03:00 PM.
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