Porque empapo tu mirada
con la seda de mis versos,
con el arcoíris de mis alas,
con mis pasos que van ciegos.
Dejando caer golondrinas,
en tus labios que deseo,
en tus ojos que son: abrasivas
llamas y soles hechiceros.
En tu alborada que destila
el fuego de mil espejos.
En tus caricias de alquimista
o, en tu suelo tan risueño.
Sabes que siempre te abrigo
con mariposas de enero a diciembre,
con el rocío de un jardín florido;
en las mismas alas de siempre.
- Autor: Marlén Rh ( Offline)
- Publicado: 30 de enero de 2015 a las 03:42
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 70
- Usuarios favoritos de este poema: Claro de Luna
Comentarios1
Dulce y tierno poema. Fue un gusto leerlo. Saludos
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