Las arrugas de mi piel
bendicen mis extravíos
y luciérnagas de amor
iluminan mis caminos.
En los ríos de pasión
y con rumbos conocidos
navegado mi intención
que anuncia lo preferido.
El candor y la pureza,
que estimulan aventuras
en búsqueda de bellezas,
inocencias y dulzuras.
Mas no aceptaran dobleces,
fingimiento, hipocresía
pues pagaría con creces
y el amor que no tendría.
Lo sencillo es que prefiera
el amor, paz y alegría
pues con ello premiaría
lo que de vida me queda.
Ramón Oviedo
Derechos Reservados
- Autor: Ramon Oviedo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de febrero de 2015 a las 13:17
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 146
- Usuarios favoritos de este poema: colombiana, andres fernandez ruiz
Comentarios2
En esa sencillez esta el verdadero amor, no hay fingimiento alguno, porque se profesa con naturalidad y espontaneidad del corazón.
saludos de amistad
Pues espero que sea mucha.
Saludos.
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