Que paradoja entre el bien y el mal...
El policía corrupto, socios de burdeles "cariñosos" que alberga en sus adentros centenares de historias rotas, de mujeres y vírgenes robadas, marcadas para ventas de placer y pasillos de lágrimas...
Es este mismo paladín justiciero que emerge desde las entrañas deformadas del espectáculo de la porno-miseria que se usa como mercancía cada cuatrienio en siega de votos.
Él, que con manopla empuñada imparte justicia torturando al ladronzuelo de un barrio arropado de olvido y drogas introducidas ante su vista por sus socios traficantes. Tortura y golpea con fuerza amarga al remedo de joven, convirtiéndose en juez y verdugo tal vez porque ve su rostro reflejado en la cara del infeliz expiando culpas y aligerando cargas.
... Y es que cuando el hombre y las malas ambiciones se juntan rompe al saco.
- Autor: Fexunipe (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de febrero de 2015 a las 22:21
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 117
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