Blues de trompeta, para Ramona

lumino

 

Ramona, se llamaba la cabra,

la chiva de los gitanos canasteros.

 

Cuando, la trompeta, sonaba

subía sobre unos cubos

cada vez con más altura,

más estrechos

y con menos holgura.

 

Sus cuatro patitas atinaban

en equilibrio, en una micra.

 

Los niños hacían un corro

allá donde paraba la trupe

y un pasodoble de viento

anunciaba a Ramona,

la cabra equilibrista.

 

Sobre la escalera,

Ramona, era una estrella.

 

Que poco pedía la cabra

por trabajar todo el día:

hierba fresca,

cerca de los caminos

y agua de los arroyos,

donde crecen los juncos

con que hacer los canastos.

 

Ramona daba leche

(...cada vez menos)

dormía con los perros,

soñaba con ser la luna.

 

Subida en aquellos cubos,

de puntillas, sin tutú,

parecía bailarina.

 

Unas piedras amontonadas

son ahora su manta.

Una escalerita de madera

en equilibrio sobre ellas.

 

Los perros,

con la cabeza gacha

y el rabo quieto,

detrás del carro.

 

Delante, el camino es largo.

 

 

  • Autor: lumino (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 8 de febrero de 2015 a las 20:02
  • Comentario del autor sobre el poema: Poema sencillo y entrañable. Seguro que todos lo hemos vivido alguna vez.
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 100
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos


Comentarios +

Comentarios1

  • Libra *M*

    Ay, me hiciste acordar de mi niñez Salvador. Solían pasar esas familias gitanas con esos animalillos actuando, incluso a veces lo hacían los niños, también se subían a unos tubos.
    Un abrazo querido amigo y feliz lunes.
    Besos,
    Dolors



Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.