Cuando todo acaba

Y de pronto el tipo consiguió de todo, así de plano y sin darse cuenta. Iba y regresaba de la luna, cuando el tiempo se alargaba pasaba en el quinto piso de la soledad con vista al mar.

Nunca tuvo ego, su problema era pintarse de Dios cada que le daba la gana, con esa maldita manía de conseguir cualquier cosa en cualquier momento.

Se dejó llevar siempre por la prepotencia, acariciaba la gloria en un padre firmas que se grababan en un papel de 20 x 6.

De pronto cayo al vacío, parecía un suicidio asistido por la consecuencia de sus errores y se negó aprender siempre con ese afán de serlo todo.

Pero cuando todo acaba, la soledad pasa factura, no tanto como en aquel quinto piso, pero si en la eterna bravura de reprocharse las cosas que no le dio la gana de evitar.

Punto y final son solo puntos suspensivos porque nadie le baja de esa gloria a la cual según él cree que está destinado a volver.