Del pálido día cuyo rastro fulguroso,
Sobre el anima del cielo asoma,
Una brisa que angelicalmente tenue detona,
Todo cuanto beso guarde en mí,
Para que en otros labios quepa igual que la miel en la boca del oso.
En las avispadas bestias,
Que sobre el prado rebozando engordar,
Junté las flores mi esperanza necia,
De que alguna vez la brisa le llevará mi llanto y sollozar…
La belleza que desde la creación divina,
Del cielo sobre tierra escapa,
Tiene el mismo encanto que la suave ventolina,
Que en madrugadas en viento desata.
-Ve y dile tú a mi doncella enamorada,
Sin destemplar en sueño en que dormida se halla,
Que mi corazón la espera cada día junto al alba,
Que cada noche mía es un laberinto que no acaba.
Ve y dile tú a mi doncella enamorada,
Que si conserva entre sus labios aún,
El beso de cristal con su alma y la mía grabada,
Y acércale este encanto,
Que ha guardado para ella mi alma…
Luis Augusto 2015-02-11
- Autor: luis augusto romantico ( Offline)
- Publicado: 11 de febrero de 2015 a las 14:33
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 92
Comentarios1
hermosos versos amigo
un abrazo
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