Un viento pampero soplaba,
mientras payaba una dulce sonata.
El pericón seguía y un pucho emanaba
de humo bocanadas, mientras pitaba.
Me sentía retobao por la prenda perdida,
cuando se fue por la rastrillada.
Arrumbao quedé,
morao seguí,
de sus ojos gualichos…
y el fandango seguía,
pero mi prenda no estaba.
Ya estaba yo más que chamuscado y
con los ojos vidriosos de tanto llorar,
un enorme lengueteo llamó mi atención,
y a lo lejos, la milonga con una canción.
Me acomodé el poncho por el frío,
Y un sentimiento embretado,
anunciaba a mi corazón embuchao
porque mi prenda se fue por la rastrillada.
Y ya no pude más:
Enriendé el matucho moro y lo jinetié,
porque me querían pelar la breva,
Llegué hasta la ramada donde ella estaba
Y allí mismo, allí mismo la besé,
y ya no fui emperrado, ni garifo,
solamente, solamente… fui su gaucho.
José Luis Agurto Zepeda.
Managua, Nicaragua, 11 de febrero 2015
- Autor: Alma Erótica de José Luis Agurto Zepeda (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de febrero de 2015 a las 10:46
- Comentario del autor sobre el poema: Quise escribir este poema como un canto a mi querida Argentina, que ya estoy queriendo como mi segunda patria, porque argentina es la que amo. Espero les guste.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 122
- Usuarios favoritos de este poema: Poemas de Pepita Fernández, Aquiles Mirmidon, El Hombre de la Rosa
Comentarios4
Llegó el gaucho a mi pago
buscando nueva querencia
pidió mi rancho para su vivienda
y quiso así…que yo fuera su prenda.
Parecía un bagual
cuando mi silueta quería embretar
y a mis besos embridar.
Entonao para la canción
alentando su garguero
preparó así sus payadas
y puso mi cuerpo entero
temblando como un guadal.
Desde lejos lo veía que quería jinetear
cada verso de sus payadas,
entonces me tomó enamorada
con lonjas imposibles de soltar.
Dice que le di gualichos
y en mi piel lo quise estaquiar…
Solo preparé una cuja
para que nos amáramos hasta espichar.
Yo soy el gaucho gualichado,
de su prenda enamorado.
Vos fuiste la que con sus ojos claros
has convertido este matucho
en fiero bagual.
Mis gualichos han de ser por su cantar,
para ser dueña de sus payadas
y serán como boleadoras
para embretar sus besos y desmayar.
Muy hermoso tu poema de amor amigo José Luis...
Muy grata la lectura de tus letras...
Un abrazo de amistad de Críspulo...
El Hombre de la Rosa...
Cuando leí el poema pensé :¡Cómo te atrapó esta argentina!
Que hasta le cantas a su Argentina
SALUDOS !!!amigo
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