Los tordos dejan de volar bajo las nubes preñadas
esperan la neomenia
para sacrificarse por sus hermanos
Quisiera caminar descalzo
empero estoy en suelo ajeno y no lo podré triscar
Yo porto tus ropas
tú ocupas mi lugar
bajo el remedo de un chubasco
y miro al terrible pariente del buitre
hacerse parte de un caobo
He visto a la misma mujer
mudar de piel cinco veces
la niña que maneja la rueca del porvenir
escribe una carta sin destinatario
La gente es un oleaje de triste ritornelos
algunos van en los carruajes del quebranto
otros simplemente van andando y andando
- Autor: alcides rojas ( Offline)
- Publicado: 16 de febrero de 2015 a las 22:55
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 27
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