OH noche mía,
Asilo mío
Silencio mío, de mi voz.
Me miras incierta con el grosor de tus ojos.
Noche que te forjas en los rincones.
Oscuridad sin Día,
Te ciñes en el universo,
Y palideces entre fuego y sombras.
Noche que acercas el mar.
Quieta,
Miras sobre la inmensidad de tu balcón
Te hundes en tu lecho y te ocultas céntrica en mi almohada.
Noche con zarpa feroz,
Extiendes tu follaje sobre prados y laderas.
Mar recio,
Te extiendes sobre la arena.
Y tragas a boca abierta los sueños.
Rocío que apagas tus sentidos de cara al sol.
OH “Cementerio taciturno”
Sin exilio y sin voz.
Comentarios3
Me gusto tu poema por eso me lo llevo a mis favoritos...
Y los sentidos se muestran abiertos al misterio, felicidades Necko.
saludos
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