Ah, tu ausencia me mata.
Antes, mi amorosa mano rizaba tu pelo lloroso,
y cientos de águilas perseguían el aliento de tu cuerpo que yo amaba,
envidiado por los dementes que se juntaban en la calle para aumentar el placer de beberte
como un vaso de licor,
a la hora de la sed infame.
Sólo las águilas comprendían mis mensajes de lujuria,
mi deseo en mis carnes partidas.
Ellas compartían conmigo -como en un canto de fiebre-
el calor al libar el aire de tus brazos peregrinos.
Ahora es vacío.
Desnudo, cierro los ojos de mis ojos,
muerdo otra sangre antes de que los maleficios críen escorpiones en tus hombros
y canciones insolentes se expandan en mi boca;
ahora soy un hombre que corre sobre el teclado de un piano vacío
como si huyera de sí mismo.
Y me dedico a mirar, doliente,
el tiempo que pasa,
las últimas cenizas.
G.C.
Direc. Nac. del Derecho de autor
G.C.
- Autor: GuillermoO (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de febrero de 2015 a las 18:49
- Categoría: Amor
- Lecturas: 86
- Usuarios favoritos de este poema: Verito Escobar, Javier Gamboa Panevel, rosamaritza, jaquemate, kavanarudén, rosi12
Comentarios6
... hermoso y sentido poema, amigo Guillermo, un placer leerte ...
Un abrazo
KoKa
Verito:
muy agradecido por tus palabras.
abrazo
Guillermo
Bello poema Guillermo. Profundo.
Javier:
muchas gracias por tus lindas palabras.
abrazo, desde Buenos Aires
Guillermo
gran poema Gui... se siente la profunda ausencia en ese vacío. Saludos,
jaquem.:
valoro tu comentario: "se siente" me halaga mucho, porque a veces hay poesía muy buena formalmente, pero vacia de sentimientos.
Muchas Gracias
Guillermo
Cuán dolorosa es la ausencia.
Tu poema me ha tocado particularmente ya que yo vivo esa ausencia de la persona que amo.
Un gusto leerte.
Feliz fin de semana
Kavi
Hermoso (y doloroso) comentario
abrazo
Guillermo
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