Espero yo de ti lo inesperado
que por seguro es alto acontecido
y por seguro es múdico y amado,
y por sincero es álgido y vencido.
Tu dardo, mi señor, está postrado
en mi pecho que es plácido y sentido,
y, como bien, parece estar clavado
en el recinto de tu amor herido.
En tanto, como tanto, estás sediento,
y yo también sediento en tu recodo
me alumbro de tu llama y de tu aliento.
Y no pudiendo arder de cualquier modo
doy de tu fe, mi vida y su contento,
y entiendo de tu amor todo del todo.
- Autor: Fernando Gil Morales (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 18 de febrero de 2015 a las 06:36
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 30
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios2
Muy hermoso tu bello soneto amigo Fernando...
Grata la lectura de tus letras...
Saludos de amistad de Críspulo...
El Hombre de la Rosa...
Muchas gracias de nuevo, intentaré ir poniendo uno cada día, si quieres puedes visitar mi web para ver una muestra mas amplia de mis sonetos y proverbios, así como una muestra de mis pinturas y dibujos, un saludo.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.