Creía que se habían secado
Las flores con el invierno,
Congeladas, frío colosal.
Y ¡qué tonta! Ahí estaban igual.
Y no veía raíces,
¿De dónde irían a brotar?
Bajo la nieve dormidas,
Bajo la nieve nada más.
El hielo de sus pétalos,
Quebrados y fríos
No iban a sanar.
Pensé, creí, imaginé tontamente
En ese reino helado
Flores nuevas de cristal,
Más fuertes,
nadie las rompería jamás.
Indestructible nació una,
Sus pétalos no los quebraba el frío polar,
Y todo el invierno vivía,
Sin perecer ni marchitar,
Pero sola siempre era el precio,
Por ser eterna, tenía que pagar.
Un día quebró su condena,
Dejó de ser flor invernal,
Ya no fue más eterna,
Aceptó morir con el invierno,
Y eligió vivir como mortal.
Y cuando la primera nevada asomaba,
Miró a las otras flores,
Las miró para recordar,
Que prefirió vivir con ellas
Antes de ser la única inmortal.
- Autor: Consuelo Soto ( Offline)
- Publicado: 18 de febrero de 2015 a las 23:16
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 37
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.