Intersección

han-jael

No latió el corazón;

sin embargo, el recuerdo sí se removió

y la desesperanza,

pero más fuerte retumbó en mi centro

tan frio y tan hondo

la desilusión que trajo tu abandono.

No sintió dolor el alma

pero anheló esos días de felicidad efímera

que me brindo tu compañía.

Yo te amé y tú solo la pasabas bien.

No te culpo por ello,

cada quien quiere y ama

a su manera.

Hiere y mata

como bien le place.

Y tú amabas herirme

y gozabas matarme.

No entendiste mi sufrir

Mis lágrimas te eran extrañas.

Me hundí por un momento

en esa sensación parecida al miedo,

a la zozobra, esa sensación

que casi carcome mis entrañas

me impelía al impulso de salir corriendo.

Estaba en mi territorio

y llegaste como invasor.

Se presento el conflicto

e hice acopio de concentración

no podía darme el lujo de temblar,

de espetar inseguridad.

Había ensayado a solas aquel momento.

Pero toda emoción ceso

cuando sin darme cuenta

habías abandonado ya la habitación.

  • Autor: Mily Jael (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 19 de febrero de 2015 a las 23:53
  • Comentario del autor sobre el poema: Él llegó ahi donde yo estaba. habia ya decidido olvidarme incluso del recuerdo. al verlo comprendi lo lejano que siempre fue
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 70
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