Tanto en ti pienso y tanto me abandono,
que ya no soy yo quien respira al pensarte,
sólo una parte mía se conserva intacta
y es la que logra besarte y adherirse
a tus pechos y a tus concavidades,
la que te anuda en abrazos imposibles,
te añora y penetra todos tus deseos
en vilo, con el empeño de quien quisiera
echar raíces.
Es la parte que vibra y se abalanza,
la parte que al morir renace como el fénix,
es la parte se queda para siempre contigo.
Vuela hacia ti con suavidad de cisne,
se niega a partir y crece como la enramada,
llena de nubes tus amaneceres y toca violines
con sus vaporosas manos intangibles.
Es la parte de mí que te acompaña
cuando caminas sola en tardes grises,
y percibes su brazo en tu cintura
que nadie mas ha abrazado.
Es la parte de mí que entre las sábanas
de tus noches que parecen tristes,
y te olvidas de todo y de todos,
se te enreda cuando estas dormida,
y tú se lo permites.
Su peso, su volumen, su armadura
no son de carne y hueso, no tiene aroma,
pero ella te protegerá y pisará donde pises,
se acoplará a la curva de tu espalda,
mirará sobre tu hombro cuando escribas,
sin que nadie la vea, ni tú misma,
pero tú, sólo tú, sabrás que existe y se queda
a tu lado y en ti, un cuerpo sin forma, tan etérea
como mi espíritu, si así Dios lo decide.
- Autor: Poeta sin Alma (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de febrero de 2015 a las 01:17
- Categoría: Amor
- Lecturas: 59
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios2
Que bella es tu alma!!!!
Te envío mi luz!!!
Muy emotivo y hermoso tu poema de amor amigo...
Un placer haber leido tus letras...
Un abrazo sincero de amistad...
El Hombre de la Rosa...
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