Estimados amigos de Poema del Alma: Debido a vicisitudes muy extensas de relatar me vi alejado de la página, hoy intento regresar, paulatinamente iré subiendo algunos poemas que ya publiqué, por lo que les pido paciencia, pues es por ahora todo lo que puedo hacer, gracias por vuestra comprensión.
Cuando dijiste “Enfermera”, se miraron tus papás.
- “Se sufre mucho con eso, mira, te doy a elegir...
podrías ser arquitecta, abogada, contadora...”
- “Esa profesión exige y es muy mal remunerada...”
- “Papá, Mamá... qué más da, a mí no me importa nada,
toda profesión es sufrida si se le entrega la vida...
Me gusta mucho la gente... y la gente sufre mucho,
yo voy a hacer lo que pueda, sólo así seré feliz,
nosotros somos cristianos... y tenemos que servir.”
Se avergonzaron tus padres ante tremendas razones,
y empezaste tu carrera (ya no hubo más sermones).
El estudio fue muy arduo, muy difícil por momentos,
pero pusiste empeño, todo el que fue necesario;
algo te daba la fuerza, algo que tenías dentro:
¡Fuego de amor por el prójimo, que te enseñara el Maestro!
Fueron pasando los años... hace bastante de eso,
¿ diez?... ¿ veinte?... ¡más: veinticinco!
y hoy se realiza un festejo...
Tus compañeras de curso se reunieron en tu casa,
varios más del hospital y tus padres (que están viejos),
no te casaste, sabemos que no hallaste compañero,
¡también, siempre trabajando, estudiando y sirviendo!
(cuando levanten las copas, nadie pensará en esto:
Agujas, gasas, tijeras, mascarillas y probetas,
libros y muchos papeles, hasta perderse la cuenta,
muchas lágrimas de niños, de madres y de abuelas;
¡fueron tantos los enfermos...!
¡Cuánta necesidad existe, y tú, con dos manos apenas!)
Después que todos comieron, repartieron una torta,
hay en el aire un aroma a incienso de violetas,
hay santidad en tu rostro, amor y una paz inmensa...
Lo de hoy es sólo un alto (apenas) sin dejar la huella,
mañana estarás de guardia...
continuar hasta la muerte, esa es tu meta secreta.
Yo siempre me pregunté (eso hacemos los poetas),
por qué son más entre ustedes, que los hombres, las mujeres,
y hoy me lo contesté... viendo que, aún sin hijos,
tienes corazón de madre... viendo que, aún sin marido,
eres la compañera de los heridos y enfermos...
Y, compungido, enfermera, yo también te felicito
por tu amor... y ¡tu servicio!
- Autor: Raúl Daniel (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de febrero de 2015 a las 14:47
- Comentario del autor sobre el poema: Un humilde homenaje a las trabajadoras de la salud, (que vale también para los hombres que eligen tan noble profesión).
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 418
- Usuarios favoritos de este poema: , Humberto Peralta
Comentarios1
Gracias por tu homenaje, soy instrumentadora quirurgica de profesión y poeta de corazón....jaajaa....gracias!!!!
Muchas Gracias Esmeralda por tu presencia en mi espacio..
La verdad que las enfermeras y los enfermeros con que me tocó estar por tiempos (ya que varias veces he sido operado, etc.) han sido para mí lo mismo que ángeles..
Mis respetos y admiración para ti..
R_D
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