El sonido de tus palabras, no las oigo pero las siento

Marco Antonio Medina Astorga

Tu ser estriba sobre mí ser, como el haz de una flor que no ha de perecer,

la fuerza divina elogia y bendice tu presencia,

querubines sonrientes reciben el llamado, que la dama más hermosa ha llegado,

los minutos se hacen horas, y no contemplo a esa mujer que mi alma añora,

Ahí estás tú, encima del sonido,

que poco a poco de mi alma escapa,

con tus manos detienes, la esperanza de un amor valiente,

le das fe y esperanza, a la triste vida que en la oscuridad descansa,

el sonido de tus palabras no las oigo pero las siento,

como se siente el inusitado volcán, sobre  la prominencia,

quisiera ser el sigiloso músico, enamorado de sus sonetos,

poder tu alma alumbrar,

y con los destellos del amanecer,

poder contigo envejecer.

  • Autor: Marco Medina (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 22 de febrero de 2015 a las 22:10
  • Comentario del autor sobre el poema: Ludwig van Beethoven el gran icono de viena, de carácter fuerte, apasionado a la música, despierta interés en mi por la poesía. Las reflexiones que se obtienen de este gran personaje, a pesar de algunas dificultades que tuvo, son dignos de admirarse. Esta poesía combina la pasión entre el amor y el deseo, relacionando la vida de uno de mis genios favoritos.
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 91
  • Usuarios favoritos de este poema: Anabell López Rodríguez
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