Abrió sus ojos y nada estaba igual, estaba flaco y maloliente; nunca imagino que lo consideraran cadáver antes de tiempo.
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Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Maracaibo, Venezuela
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Autor:
Diaz Valero Alejandro José (
Offline) - Publicado: 23 de febrero de 2015 a las 08:56
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 45
- Usuarios favoritos de este poema: Violeta,
Offline)
Comentarios4
La gran diferencia entre el hombre 10 y el mismo enfermo, siendo una realidad, solo el amor lo rehabilita. un abrazo.
Cosas que por extrañas no les impide que suceden alguna vez.
Saludos Gastón.
Huy el pobre que le paso? realista tu cuento alejandrito...Besos
Jajajaja no te asustes que al menos despertó, jajajaja Saludos amiga Viole.
AHHHHHHHHH PENCE LO PEOR Y COMO ESTAN LAS COSAS YA LO CREIA MUERTITO JEJEJE
¡¡¡Tremendo!!!
Solo imaginar una situación así ya te entran escalofríos.
Un abrazo Alejandro
Esa era la idea para variar un poco. Saludos amiga!!!
Yo doné mis órganos, no por amor al prójimo, fue para evitar que me entierren viva. Eso me produce pánico, pero ahora aquí tenemos crematorio.
El cuento es un tanto tenebroso y en tan pocas palabras dices mucho.
Saludos con todo afecto. Bea.
Buena técnica esa eh. Saludos amiga!!!
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