El cielo siempre ha trazado un camino hacia la hierba de los prados,
para cosechar lo que los hombres aborrecen.
Desprecio mi carne, la madera es virtud;
si fuera árbol, le sería fiel a la tierra que nutre mi espíritu,
y mi espíritu no necesitaría de piernas, pues conocería la inocencia de la clorofila.
Y mi espíritu no querría jamás andar, sino alzarse imponente hacia el vacío.
Si mi espíritu fuera árbol, el placer sólo me precipitaría a través de la lascivia que me procurarían los vientos y la lluvia.
Y las distancias serían nulas,
porque las esporas de mi ego las cubrirían todas.
Mis raíces no reclamarían descendencia y
no harían más que danzar para la tierra que las acoge.
La memoria de la tierra ahondaría las cuencas de lo que mi espíritu pueda sorber de las nubes.
Ahora que la ansiedad de mis extremidades vuelca en quietud a mi espíritu
el hombre rumia el silencio de mis hojas;
en mi tronco, como el musgo, posa su hambre;
de mis raíces prepara su cura y su perdición;
con mis frutos endulza el brebaje para su salvación
y de mis flores extrae el aroma de la lascivia.
- Autor: Río Que flota ( Offline)
- Publicado: 24 de febrero de 2015 a las 20:53
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 57
Comentarios1
https://www.youtube.com/watch?v=C6Il58Ln4cI
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