Sangran mis iris cuando llora su brazo,
no llores muñeca, sangra como yo lo hago.
Sangra el corazón y empaña al alma,
saliva retiene el aullido de mi garganta.
(- Desgarrada entra en llanto.)
Cuando gotea en ella el nacer de la calma,
en mi, amanece un nuevo sol, mas no un nuevo mañana.
Sangro yo, como nunca antes.
(- No llores muñeca, sangra como yo lo hago.)
Sangran mis dedos cuando acarician su espalda,
lloran sus cortes, espero, limpiando su llaga.
(- Desgarrada entra en llanto.)
Cuando me desangro ante las palabras de mis labios,
no concivo el pensar en sus homólogos diluviando.
Llora ella, como nunca antes.
(- Sangran mis iris cuando llora su brazo.)
Sangran mis miedos. Y ella; sigue sangrando..
- Autor: Abraham Castro ( Offline)
- Publicado: 25 de febrero de 2015 a las 17:02
- Comentario del autor sobre el poema: Esto es un poema dedicado a todas esas personas que sufren la autolesión de un familiar o persona cercana como si fuera en sus propias carnes. Mi poemario completo: https://jauladecuero.wordpress.com/poemario/
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 511
- Usuarios favoritos de este poema: Jorge H. Ramirez, Adar
Comentarios1
Esto es un poema dedicado a todas esas personas que sufren la autolesión de un familiar o persona cercana como si fuera en sus propias carnes.
Mi poemario completo: https://jauladecuero.wordpress.com/poemario/
oye que bonito escribes, felicitaciones 😉
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