Pongo mi brazo en la mesa de madera
Y no sé distinguir las fronteras,
No sé distinguir a dónde comienzo,
A dónde comienza la madera.
Pongo mis pies descalzos en el piso
Y no sé distinguir las fronteras,
No sé distinguir a dónde termino,
A dónde termina el piso.
No sé sí estoy o sí existo,
Soy piedra, sal, hierro, tierra
Y a veces agua, campana, bandera o nada.
¡Cuánto me cuesta mujer acostumbrarme solo a mí!
LRL
26-2-2015
- Autor: Leandro Rodríguez Linárez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de febrero de 2015 a las 15:44
- Categoría: Amor
- Lecturas: 38
- Usuarios favoritos de este poema: Jorge H. Ramirez
Comentarios2
UNA BELLEZAAAAAAAAA!!!!!!!
Gracias pebeta... Un fuerte abrazo!!!
No es fàcil acostumbrarse a alguien. Si amamos, poco a poco lo haremos.
Un gusto leerte.
Creo que lo importante es amar y basta. Arriesga, ama.
Un fuerte abrazo de mi parte.
Kavi
Saludos Kavi. Creo que a la persona que más cuesta acostumbrarnos es a nosotros mismos. Un fuerte abrazo!
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