Tus oídos son culpables, de lo que pasa contigo,
Porque escuchan muy atentos las palabras que te digo;
Y tus ojos que me miran sin ninguna desviación ,
Se clavan como puñales, en mi humilde corazón .
Y esa sonrisa radiante, que me brinda tu boquita,
Sale de esos marfiles que brillan en tus mejillas;
Y parece que me envuelvo en ese tu pelo largo,
Como si fuese un pez, que un pescador a enganchado.
Pero mujer que te digo, tu cuerpo es de una Venus ,
Que un pintor con su pincel se enloquece al definirlo;
Con tan solo ver tus ojos, que parecen esmeraldas,
Quien se negase a mirarlos, eso a mi nunca me cansa.
Y al acercarme a tu cuerpo y acariciarme la brisa,
Pararé que me regala el perfume de un jardín;
Me embriaga con tu fragancia que me deja enloquecido,
Y yo me creo , te juro, entre azucenas floreciendo.
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José Miguel (chemiguel ) Pérez Amézquita
- Autor: José Miguel Pérez Amézquita (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 27 de febrero de 2015 a las 12:44
- Categoría: Amor
- Lecturas: 92
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